Ángeles Díaz Rubín (Cuqui Toledo)
¿Qué espero lograr con este escrito? ¿Para qué puede servir?
Quiero que la persona que lo lea sepa que lo escribió una abuela, pero una abuela terapeuta narrativa. Que este testimonio le ayude a relacionarse con la muerte de una manera más amable, con menos temor y que le infunda paz.
Mi interés por el tema de la muerte comenzó, como ya lo he dicho en otras ocasiones, hace ya veinte años, poniendo los cimientos para desarrollar una de mis historias de vida que junto con muchas otras, conforma mi identidad. Como nos dice la Narrativa: “nuestra vida, quienes somos, es decir nuestra identidad, se va formando con historias: Somos multi-historiados.”
Así que les contaré una historia, tengo muchas pero esta es la más reciente y la que tengo fresca.
Llevábamos menos de 10 días de haber comenzado este año 2014, cuando recibí una llamada solicitando una consulta; me llamaba la tía de un joven que el día 1º del año, al entrar a buscar en su recámara a su primo predilecto, otro joven de 23 años, encontró que se había suicidado. La señora estaba muy preocupada porque “su hijo estaba muy traumado y también toda la familia”. Nadie quería entrar a esa recámara, sentían mucho miedo.