Por Diana
Rico
Las prácticas terapéuticas asociadas a
las ceremonia de definición constituyen una forma de engrosar la historia
alternativa. Estas prácticas sientan las bases para que las personas puedan
enfrentar sus problemas y dificultades y contribuyen a sus identidades
preferidas.
A través de ceremonias de definición
específicamente acordadas y estructuradas, se invita a la persona consultante a
contar y re-contar las historias preferidas de su vida, delante de una
audiencia. Las personas que conforman la audiencia actúan como “testigxs
externxs” y su rol es dar reconocimiento activo a esas historias, de maneras
específicas.
El trabajo con testigos externos
tiene su origen en las ceremonias de definición de Barbara Myerhoff (1982,
1986) y los equipos reflexivos de Tom Andersen (2003).
Desde la práctica narrativa, la persona
que actúa como testigx externx, es un público invitado a la conversación
terapéutica.
La estructura de las ceremonias de
definición se divide en cuatro etapas:
1. Contar (Telling).
El/la terapeuta entrevista a la persona que consulta. Ésta narra el relato
significativo en su vida; o bien, los dilemas que le trajeron a la terapia. Las
personas que actúan como testigos externos escuchan en silencio.
2. El recuento (Retelling).
El/la terapeuta entrevista a los/las testigxs externxs, tomando en cuenta
cuatro categorías de indagación.
3. Recuento del recuento. (retelling
del retelling). La recapitulación de
estos recuentos por parte de la persona que está al centro de la ceremonia de
definición.
4. Retroalimentación. Se hace una
retroalimentación de la experiencia. Ésta se puede realizar con la persona que
consulta o sin ella.
Las personas en el lugar de testigxs externxs
pueden ser terapeutas, miembros de las redes de familiares y amigxs, personas
que han enfrentado problemas similares o alguna persona que se considere
interesante que participe.