Ceremonias de definición:
Testig@s Extern@s
Una descripción
basada en mi práctica
Leticia Uribe M.
Recientemente
estuve trabajando en un capítulo del primer libro que estará en la búsqueda de
recopilar la experiencia latinoamericana en las Prácticas Narrativas[1]. Este capítulo incluye un
ejemplo de la práctica de Testig@s Extern@s, y al escribirlo, me di cuenta, de
que no existen artículos en español que expliquen este proceso. Por esta razón
decidí escribir este texto para nuestro blog.
Por otro lado, en
mi experiencia con esta ceremonia, me he dado cuenta de que gran parte del
resultado al que se puede llegar, depende de cómo se da la conversación de la
primera etapa, el “contar”; sin embargo, no hay mucho escrito sobre la forma en
que se pueden generar conversaciones en esta etapa que faciliten el engrosamiento
de las historias preferidas en el resto del proceso. Es por eso que en este
trabajo doy prioridad y describo a detalle lo que yo he visto que me funciona
mejor hacer y preguntar en esta etapa.
La Ceremonia de
Definición o Práctica de Testig@s extern@s es un proceso desarrollado por
Michael White a partir de las ideas de Barbara Myerhoff, que busca ampliar la
audiencia que dé escucha y testimonio a las historias alternativas, para
engrosarlas y afianzarlas.
White desarrolló un
mapa para estas prácticas, dividiendo las conversaciones en 3 etapas: el
contar, el recontar y el recontar del recontar. La primera etapa es una
conversación con la persona que se sitúa al centro de la ceremonia, es decir, a
quien va dirigida, mientras l@s testig@s escuchan. En la segunda etapa, se hace
una entrevista puntual a las personas que cumplen la función de testig@s,
acerca de lo que escucharon. En la última etapa, se vuelve a entrevistar a la
persona al centro de la ceremonia.
Antes de iniciar la
ceremonia, la o el terapeuta que dirige la conversación prepara a l@s testig@s,
indicándoles que su labor consiste en escuchar y aportar de una manera
diferente a lo que acostumbramos hacer socialmente cuando se nos pide nuestra
“opinión” ante las historias de otras personas. Aquí es importante no juzgar,
ya sea de forma negativa (crítica) o de forma positiva (aplauso, felicitación o
“porras”); además, tampoco se busca que den “consejos” acerca de lo que se
debería hacer. Lo más útil es escuchar tratando de distinguir qué es lo que la
persona valora para su vida, y cómo eso le lleva a pensar, actuar o reaccionar
del modo en que lo hace.
Es útil indicarles
que en cada etapa se intentará que la persona a la que le toca hablar se dirija
únicamente a la o el terapeuta que lleva la sesión: Esto les ayuda a mantener
una posición que sea sólo de escucha, sin sentir la necesidad de reaccionar o
responder de manera inmediata con la mirada o la actitud, lo que permite
respuestas más conectadas con la propia experiencia y menos con lo que se pueda
imaginar que la otra persona espera oír. Incluso la organización de los
asientos puede hacerse de forma que no permita el contacto visual directo entre
testig@s y la persona al centro.
Todo esto ayuda a
generar una conversación diferente que lleva a una escucha distinta a la que
estamos acostumbrad@s en la vida cotidiana y permite conectar con la resonancia
entre lo que las personas valoran. Hay que hacerles saber además que, al ser ésta
una manera inusual de conversar, la o el terapeuta se hará responsable de
retomar el formato cuando algo no vaya por el camino buscado.
Etapa uno: El Contar
Las ceremonias de
definición se utilizan para dar escucha y testimonio a las historias
alternativas, que hablan de los nuevos recursos, herramientas o caminos
descubiertos y generar una audiencia que ayude a engrosarlos. Esto significa
que en conversaciones previas con la persona, se han empezado a contar historias
diferentes al describir la propia vida y la identidad.
Pensando en esto,
las conversaciones de la primera etapa de la ceremonia, pueden iniciar con una
de estas preguntas u otra similar:
“Ya que estás en el lugar en el que te encuentras hoy ¿Cómo recapitularías
el camino que recorriste, qué te ha dejado, cómo ha sido? ¿Qué sería lo primero
en lo que pensarías al describir este camino?”
“¿Habría alguna manera de resumir lo que has logrado hacer, de una forma
que a ti te sirva, alguna forma en que pudieras explicar cuáles son las cosas
más importantes que crees que has podido hacer en esta situación que te han
ayudado a seguir adelante?”
“Si pudieras resumir lo que implica tu proceso de aprendizaje, ¿Cómo lo
describirías; que cosas dirías que han sido importantes para ti en todo ese
camino? ¿Desde qué punto de tu historia elegirías hacer un corte que te
permitiera contar lo que ha sido este proceso para ti?”
“A lo largo del tiempo en que has estado en esta situación, pero también
desde que has estado aquí y has comenzado a hacer cosas distintas ¿qué cosas
has aprendido? ¿Qué cosas has utilizado para moverte, para no engancharte, para
estar diferente?”
A partir de esta
primera pregunta, se van construyendo conversaciones de re-autoría, haciendo el
recorrido del panorama de las acciones, al de las intenciones y lo valorado, y
de nuevo a las acciones que dan forma a las historias alternativas.
Se busca:
- · Reconocer y nombrar las habilidades y sabidurías de la persona.
- · Describir acciones concretas que expresan estas habilidades y sabidurías.
- · Contar la historia de las habilidades y sabidurías, y también de las acciones que las expresan.
- · Reconocer y describir los efectos de estas acciones y hacer una evaluación de dichos efectos.
- · Nombrar los sueños, esperanzas, valores y principios de vida que impulsan y generan tanto las habilidades y sabidurías, como las acciones concretas mencionadas.
Algunos ejemplos del
tipo de preguntas que pueden llevar a tejer estas conversaciones son:
¿En qué sentido estarías entendiendo lo que tú nombras como “asertividad”?
¿Quiere decir que “la evasión”, al menos en tu caso, cumplía la función
de evitar un dolor? Estas cosas que sabías que estaban ahí pero no querías ver
¿era porque daba miedo que te dolieran o que le causaran dolor a otras
personas?
¿Cómo está para ti hoy este tema de no lastimar a otras personas? ¿Lo
reubicaste de algún modo? Antes evitabas o evadías para no causar dolor, ahora
no haces eso, pero no significa que de pronto te dejó de importar[2]
¿será tal vez que eso que valoras se movió de lugar?... ¿En qué consiste este
movimiento?
¿O sea que el respeto sigue siendo importante? ¿El cuidado del sentir
del otro sigue siendo importante?...Entonces, es seguir teniendo en cuenta el
sentir del otro, pero también… yo le llamaría tomar responsabilidad de lo que
tú sientes, no sé si ese nombre te viene bien… ¿Es como tomar las riendas,
tomar responsabilidad de lo que tú sientes y poderlo plantear en el momento que
se necesita?
¿Cómo le llamas a lo que estás haciendo? Si le pusieras un nombre ¿Cómo
se llamaría esta nueva actitud?
¿Cuáles son los principales efectos que has notado en tí y en los demás
a partir de que estás haciendo esto?
¿Cómo se llama esto que haces para conseguir más paz? ¿Qué cosa es lo
que estás teniendo que hacer que produce esta sensación de paz? Hablábamos de
responsabilidad, de decir las cosas a tiempo, tal vez de claridad, ¿cuál de
estas cosas sería, si es que es una sola? o si pudieras tomar un nuevo nombre
que las incluya a todas, que hablara de la actitud que tomas y que te lleva a
una mayor paz ¿qué nombre elegirías?
Sé que es muy difícil resumirlo, pero si pudieras intentar hacerlo ¿cómo
llegaste a esta seguridad? ¿Cómo pudiste construirla?
¿Tienes alguna claridad de cómo te fuiste dando cuenta de todo esto?
¿Cuáles son las herramientas que tienes y que más te han ayudado en este
proceso, las que has podido ir despertando, recolectando, puliendo o
construyendo?
¿Qué es lo que ha guiado eso que quieres para ti? ¿Cuál es la brújula de
lo que quieres para ti que te tiene en tanto bienestar? ¿Hay algo que valoras
que guía eso, que dice es por acá o por allá? ¿Qué señales tienes de que eso
que siguió era lo que tocaba para seguir el camino que estás buscando o qué
señales tienes para saber cuándo no es por ahí?
¿Cómo nombrarías este proceso que has vivido? ¿Qué nombre le pondrías a
esta historia?
Etapa dos: Re-contar
En esta etapa se
hacen preguntas que recorran cuatro categorías de cuestionamiento. Las
preguntas no se hacen necesariamente al pie de la letra ni en el orden
específico en que se han planteado, pero sí es importante preguntar siempre
acerca de cada categoría. Algunos ejemplos de las preguntas que se pueden hacer
a l@s testig@s en cada etapa son:
1.
Identificar
la Expresión
“¿Qué palabras o expresiones específicas
captaron tu atención?”
En esta categoría,
es recomendable sugerir o guiar a l@s testig@s para que procuren usar las mismas
palabras y expresiones que usó la persona al compartir su historia.
2.
Imagen
de lo que se valora
“A partir de lo que escuchaste ¿qué imagen
te viene a la mente que pueda expresar aquello que valora ________[3]?”
Para concretar esta
categoría, es importante que el o la testig@ nombre lo que considera que la
persona valora y que a partir de ahí piense en una imagen. Puede ser visual,
auditiva, sensorial o cualquier idea que lo exprese en forma de metáfora.
3.
Resonancia
con la propia experiencia
“¿En qué se conecta lo que has mencionado
con tu propia vida, en qué se relaciona con tu propia experiencia o con lo que
tu valoras?”
Aquí es importante
cuidar que no se desvíe demasiado la conversación hacia los detalles de la vida
de quien funge como testig@, pero que sí se hable lo suficiente de lo que se
valora en común.
4.
Transporte
o movimiento
“¿A dónde te ha llevado esta conversación?
¿Qué te llevas que no tenías o pensabas antes de llegar aquí hoy?”
Es muy común
olvidar hacer esta pregunta, ya que al ser la última, a veces se siente que no
da tiempo o que ya se obtuvo suficiente información. Sin embargo, la respuesta
a esta pregunta, tiene un efecto muy poderoso sobre la persona al centro de la
ceremonia, es importante incluirla siempre en la conversación.
Etapa tres: Re-contar del Re-contar
Esta es la última
etapa del proceso, donde conversamos con la persona al centro de la ceremonia,
acerca de lo que escuchó. Se siguen más o menos las mismas categorías de la
etapa tres, pero dirigiéndolas a que la persona retome lo que le fue más
significativo, lo que le ayuda a engrosar y mantener presente lo que valora
para su vida y lo que le aporta para seguir construyendo historias
alternativas.
Al final se puede
incluso hacer una cuarta etapa en la que se pregunta a tod@s l@s participantes
qué les pareció el proceso y cómo se sintieron al intentar conversar de esta
forma. Esta etapa no habla del contenido de la conversación sino de la forma en
que se desarrolló ésta.
REFERENCIAS
White, M. (2007) Maps of Narrative Practice. Nueva York:
Norton.
Russell, S. y Carey, M. (2004) Narrative
Therapy. Responding to your questions, South Australia, Dulwich Centre
Publications.
NOTAS
[1] Este libro está siendo compilado y editado por Pranas Chile http://pranaschile.org/
[2] Esta frase podría ser un ejemplo de lo que Michael White llama
“Editorialización” (White 2007) que consiste en hacer un resumen breve de
algunos de los eventos excepcionales que surgen en la conversación para generar
una base sobre la cual puedan reflexionar con claridad y seguir respondiendo y
describiendo los nuevos entendimientos; esto es necesario, dado que las
personas no suelen estar acostumbradas a reflexionar de la forma en que se
busca hacerlo ahora.
[3] La persona al centro de la conversación.
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