Por Cuqui Toledo (Ángeles Díaz Rubín)
Esta
temporada del Año 2018 es muy intensa y emotiva para mí. Acabo de cumplir 81
años que han estado muy celebrados; mi hija mayor cumple 60 años y el 17 de
marzo es santo de mi segunda hija, Pati, que cumplirá 6 meses de haber muerto;
ese mismo día, es el 25 aniversario de la muerte de mi hijo Jorge Eduardo, el
papá de mi nieto, quien falleció hace 3 meses en un accidente automovilístico.
Además, muy importante para mí y para muchos, habrá celebraciones para
conmemorar los 10 años de la muerte de Michael White; seguramente leeremos muy
pronto en estas páginas las reseñas de estas celebraciones para remembrar
(re-cordar) la vida de Michael.
En medio de todo
esto, como cereza de pastel, me avisan que me toca escribir el artículo de este
mes para el blog de Terapia Narrativa Coyoacán. ¡Qué gusto!, escribiré sobre
Michael White, ¡esto será mi homenaje!
Empecé a preguntarme qué podía escribir sobre
él para compartir con las personas que no lo conocieron en vida… pero no
encontraba por donde comenzar. Me puse a revisar sus libros y resultó peor pues
quería escribir de todo, ¡todo era importante!… Ah, ya sé, me dije: Voy a
escribir una conversación entre él y yo, como lo hizo en 2011 David Epston en
el prólogo del libro Narrative Practice
Continuing the Conversations. Abrí una vez más el libro y gocé la narración
de David Denborough sobre el modo en que se habían rescatado los escritos no
publicados que Michael había dejado. Ese era Michael. Seguí leyendo el Prefacio
que escribió Jill Freedman, ¡qué manera de transmitir lo que era a Michael!...
lo que yo escribiera ya estaba dicho excelentemente... Cuando llegué a la
introducción de David Epston, me pasó lo de siempre que la he leído, me puse a
llorar…
¿Qué estaría haciendo Michael en este 2018? Seguramente
leyendo a escritores contemporáneos importantes de diferentes disciplinas, proponiendo
en forma respetuosa reflexiones generalmente contrarias a las que la cultura nos
ofrece de manera seductora… ¿Saben cómo me gusta presentar a Michael White
cuando me preguntan cómo era? Pues digo que Michael es la máquina de coser de
la terapia y de la forma de percibir la vida. Y explico que en la antigüedad se
cosía moviendo la aguja con la tela quieta, hasta que una persona pensó en
hacerlo al revés: ¿Por qué no dejamos la aguja fija y movemos la tela? Y la máquina
de coser se inventó. Esta forma de describir a Michel se me ocurrió cuando leí
su artículo “Decir Hola de Nuevo”, ¡cómo
me ha servido este artículo para lo que me ha tocado vivir!, ya nunca digo
“adiós” a mis seres queridos difuntos.
Seguí ojeando los libros y me entró la
nostalgia…Michael ¿por qué te moriste?... Pronto me saltó a la vista un párrafo
en el libro que escribió en el año 2000 “Reflections
on Narrative Therapy” (pag. 57):
Espero que tú, el lector, a estas alturas puedas contribuir con otras ideas para las conversaciones terapéuticas… Así que ya es tiempo que yo dé un paso y me sitúe atrás.
Entendí con más claridad, el crecimiento
rizomático y creativo que ha tenido la Narrativa en estos 10 años. También caí
en cuenta de que el legado que Michael me dejó, fue lo que yo percibí a todo
color, al conocerlo… y eso no lo puedo transmitir… pero les comparto que a lo
largo de los años me he dado cuenta de que cuando las personas se apasionan con
las Prácticas Narrativas y van leyendo todo el acervo de sabiduría para la vida
que Michael nos dejó en sus libros, van conociendo a Michael en forma muy personal.
Al tener el libro “Mapas” en las manos recordé cuando, estando en Jalapa, por ahí del
2006, David Epston me platicó que Michael estaba “encerrado” escribiendo un
libro que Norton le había pedido para reunir todos sus descubrimientos y
aportaciones. Quién nos iba a decir en aquel momento, que sería el último libro
que escribiría. Yo me imaginaba que sería como una biografía y para mi sorpresa
resultó ser un libro de mapas… comprendí que Michael siempre sería “descentrado
pero influyente” en nuestro trabajo con este gran legado. Y “Mapas” también me recuerda algo que le
dijo a un joven que dejaba Adelaide para regresar su país natal: “¿Qué vas a
hacer para hacer lo que yo te enseñé sin hacer lo que yo hago?”.
Para terminar les
comparto algo que no recuerdo si lo leí o si alguien me lo dijo: que lo más
importante que Michael White había aportado era “la externalización” (otra vez
pienso en la máquina de coser), lo que con seguridad puedo decir es que es un
concepto muy difícil de asimilar cuando una es principiante de la Narrativa,
sobre todo si se ha cursado la carrera de psicología. Al respecto les comparto
un correo que tuve en 2012 con una entusiasta terapeuta que asistía al
Diplomado de Prácticas Narrativas:
Hola Cuqui,
Pensando en que ya casi viene el siguiente modulo y de
que pues como no practico mucho (ya lo empezare a hacer) las dudas se me van a
venir ahora si que a la hora de la hora, me encantaría por favor compartieras
conmigo cuáles han sido tus principales retos a la hora de la externalización,
es decir en base a tu experiencia me compartas las cosas/temas/dificultades más
comunes a las que te has enfrentado.
Querida Verónica: Creo que por lo pronto nos escribimos
aunque si quieres que hablemos por teléfono o venir a mi casa para que platiquemos
y nos veamos en persona, yo feliz con lo que tú quieras.
Respecto a lo que me preguntas de la
externalización, el reto y lo que me costó más trabajo fue sencillamente que no
sabía ni qué externalizar, y por supuesto los consultantes menos. (me gusta más
decirles pacientes y les explico siempre que me gusta la palabra por la
paciencia que me tienen. Siempre se ríen y les doy confianza, pero bueno ese es
mi estilo). Ahora te cuento que cuando fui a Australia, el primer taller que
tomé fue con David Epston y al terminar el taller, mi comentario fue
"ahora sí quedé más confundida pues no sé que voy a hacer con mis
pacientes cuando regrese a México, ya no quiero hacer lo que hacía y no sé
hacer lo que me enseñaste. David me dijo: "Diles que en Australia te
enseñaron algo que quisieras aprender y quisieras pedirles que te ayudaran a
practicar para aprender a hacerlo bien". ¿¿¿??? pero me animé y así lo
hice, a veces todavía lo digo respecto a cosas nuevas que necesito practicar, y
siempre hemos ido adelante. Se ríen cuando comento: "esta pregunta estuvo
malísima, voy a hacerla de nuevo y ustedes ayúdenme para que se entienda
mejor". Hace poco le dije a un señor, déjame hacerte la pregunta exacta
que viene al caso, y saqué mi hojita de una pregunta de Maggie. Su respuesta
fue: "esta muy mal hecha la pregunta" (¿¿¿???) Entonces ¿cuál pregunta
sería la correcta en este momento? Se hizo bolas y acabó admitiendo que sí, la
pregunta (la de Maggie) venía mucho al caso.
Bueno, y volviendo a la externalización, hoy
pienso cuánto tiempo "desperdiciado" oyendo quejas y quejas
generalmente del otro que hace sufrir a esa persona, y no saber ni cómo parar
para poder usar la Narrativa en vez de solamente oír, pero para saber qué
externalizar, me sirvió empezar a ver en mi vida lo que me estorbaba para estar
feliz y lo empecé a externalizar y a seguir el mapa. Aquí te comento que hace
19 años que leí por primera vez la externalización no entendí nada, solamente
me lo memoricé. Con el tiempo empecé a comprender. Hace unos días volví a leer
el capítulo y ¡lo entendí! (ja ja). Otra cosa que me ha pasado es cuando muy al
principio de la conversación según yo ya encontré lo que hay que externalizar, y
al seguir platicando resulta que lo externalizado era el resultado de otra cosa
que era realmente el problema a externalizar. Por ejemplo, cuando una persona
me decía que "era depresiva" empezaba a trabajar con "la
depresión" externalizándola y resultaba que la persona se había sentido
"rechazada" desde la infancia. Ups!!! Pero no pasa nada, uno empieza
a hablar de "el rechazo" y por ahí se sigue con "el
rechazo" y "la depresión" que muy frecuentemente atacan en
pareja. Creo que otra cosa que me fue difícil es cuando te contestan "no
sé". Al principio ya no sabía por donde seguir y empezaba a decirles cómo,
a darles consejos, etc., etc. Uff! ...Me ayudó el decir pues yo tampoco sé,
pero a lo mejor entre l@s dos podemos encontrarle nombre... a mi se me ocurre____
¿crees que es un buen nombre para el problema? y muy a menudo la persona
propone el nombre. Otras veces sobretodo con niños, les cuento de otros niños y
el nombre que les ha gustado, por ejemplo "pipiol" se aprovecha cuando
el niño moja la cama estando dormido.
Resumiendo, siempre me brincan las palabras de
Michael White: "Practice, practice & practice" siendo el
requisito principal que esta forma de ver los problemas que atoran a los seres
humanos y por supuesto empezando con nosotros mismos, les demos nombre y los
veamos afuera. Espero que estos comentarios te sirvan para seguir.
¡¡¡ARRIBA Y
ADELANTE!!! Besitos: Cuqui.
Al terminar
el diplomado Verónica externalizaba mejor que yo; siempre trabajó con rigor y
entusiasmo. Unos años después enfermó de cáncer y hablaba de él externalizándolo.
Nos enseñó lo que es ser una guerrera narrativa hasta su muerte.
Solamente
falta en esto que comparto, recomendar la bibliografía:
·
Leer y releer todo lo que escribió Michael White
¡¡¡ARRIBA Y ADELANTE!!!
Querida Cuqui, algo muy importnte te dejó Michael, porque leeerte me emociona como cuando lo leo a él. Un abrazo grande desde España.
ResponderEliminarCuqui Toledo, soy Papusa Molina; te conocí hace muchos años en Casa de Bati Bouras; estudiando Montessori con ella. Te abrazo. Trabajo en Merida en el Instituto Kanankil; hoy tuvimos un taller de prácticas narrativas y si lees esto, por favor escribe. mlmolina@kanankil.edu.mx
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