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miércoles, 28 de marzo de 2018

LA MÁQUINA DE COSER. Mi homenaje a diez años de la muerte de Michael White


 Por Cuqui Toledo (Ángeles Díaz Rubín)

            Esta temporada del Año 2018 es muy intensa y emotiva para mí. Acabo de cumplir 81 años que han estado muy celebrados; mi hija mayor cumple 60 años y el 17 de marzo es santo de mi segunda hija, Pati, que cumplirá 6 meses de haber muerto; ese mismo día, es el 25 aniversario de la muerte de mi hijo Jorge Eduardo, el papá de mi nieto, quien falleció hace 3 meses en un accidente automovilístico. Además, muy importante para mí y para muchos, habrá celebraciones para conmemorar los 10 años de la muerte de Michael White; seguramente leeremos muy pronto en estas páginas las reseñas de estas celebraciones para remembrar (re-cordar) la vida de Michael.
            En medio de todo esto, como cereza de pastel, me avisan que me toca escribir el artículo de este mes para el blog de Terapia Narrativa Coyoacán. ¡Qué gusto!, escribiré sobre Michael White, ¡esto será mi homenaje!
Empecé a preguntarme qué podía escribir sobre él para compartir con las personas que no lo conocieron en vida… pero no encontraba por donde comenzar. Me puse a revisar sus libros y resultó peor pues quería escribir de todo, ¡todo era importante!… Ah, ya sé, me dije: Voy a escribir una conversación entre él y yo, como lo hizo en 2011 David Epston en el prólogo del libro Narrative Practice Continuing the Conversations. Abrí una vez más el libro y gocé la narración de David Denborough sobre el modo en que se habían rescatado los escritos no publicados que Michael había dejado. Ese era Michael. Seguí leyendo el Prefacio que escribió Jill Freedman, ¡qué manera de transmitir lo que era a Michael!... lo que yo escribiera ya estaba dicho excelentemente... Cuando llegué a la introducción de David Epston, me pasó lo de siempre que la he leído, me puse a llorar…
¿Qué estaría haciendo Michael en este 2018? Seguramente leyendo a escritores contemporáneos importantes de diferentes disciplinas, proponiendo en forma respetuosa reflexiones generalmente contrarias a las que la cultura nos ofrece de manera seductora… ¿Saben cómo me gusta presentar a Michael White cuando me preguntan cómo era? Pues digo que Michael es la máquina de coser de la terapia y de la forma de percibir la vida. Y explico que en la antigüedad se cosía moviendo la aguja con la tela quieta, hasta que una persona pensó en hacerlo al revés: ¿Por qué no dejamos la aguja fija y movemos la tela? Y la máquina de coser se inventó. Esta forma de describir a Michel se me ocurrió cuando leí su artículo “Decir Hola de Nuevo”, ¡cómo me ha servido este artículo para lo que me ha tocado vivir!, ya nunca digo “adiós” a mis seres queridos difuntos.
Seguí ojeando los libros y me entró la nostalgia…Michael ¿por qué te moriste?... Pronto me saltó a la vista un párrafo en el libro que escribió en el año 2000 “Reflections on Narrative Therapy” (pag. 57):

Espero que tú, el lector, a estas alturas puedas contribuir con otras ideas para las conversaciones terapéuticas… Así que ya es tiempo que yo dé un paso y me sitúe atrás.

Entendí con más claridad, el crecimiento rizomático y creativo que ha tenido la Narrativa en estos 10 años. También caí en cuenta de que el legado que Michael me dejó, fue lo que yo percibí a todo color, al conocerlo… y eso no lo puedo transmitir… pero les comparto que a lo largo de los años me he dado cuenta de que cuando las personas se apasionan con las Prácticas Narrativas y van leyendo todo el acervo de sabiduría para la vida que Michael nos dejó en sus libros, van conociendo a Michael en forma muy personal.
Al tener el libro “Mapas” en las manos recordé cuando, estando en Jalapa, por ahí del 2006, David Epston me platicó que Michael estaba “encerrado” escribiendo un libro que Norton le había pedido para reunir todos sus descubrimientos y aportaciones. Quién nos iba a decir en aquel momento, que sería el último libro que escribiría. Yo me imaginaba que sería como una biografía y para mi sorpresa resultó ser un libro de mapas… comprendí que Michael siempre sería “descentrado pero influyente” en nuestro trabajo con este gran legado. Y “Mapas” también me recuerda algo que le dijo a un joven que dejaba Adelaide para regresar su país natal: “¿Qué vas a hacer para hacer lo que yo te enseñé sin hacer lo que yo hago?”.
            Para terminar les comparto algo que no recuerdo si lo leí o si alguien me lo dijo: que lo más importante que Michael White había aportado era “la externalización” (otra vez pienso en la máquina de coser), lo que con seguridad puedo decir es que es un concepto muy difícil de asimilar cuando una es principiante de la Narrativa, sobre todo si se ha cursado la carrera de psicología. Al respecto les comparto un correo que tuve en 2012 con una entusiasta terapeuta que asistía al Diplomado de Prácticas Narrativas:


Hola Cuqui, 

Pensando en que ya casi viene el siguiente modulo y de que pues como no practico mucho (ya lo empezare a hacer) las dudas se me van a venir ahora si que a la hora de la hora, me encantaría por favor compartieras conmigo cuáles han sido tus principales retos a la hora de la externalización, es decir en base a tu experiencia me compartas las cosas/temas/dificultades más comunes a las que te has enfrentado.


Querida Verónica: Creo que por lo pronto nos escribimos aunque si quieres que hablemos por teléfono o venir a mi casa para que platiquemos y nos veamos en persona, yo feliz con lo que tú quieras.
Respecto a lo que me preguntas de la externalización, el reto y lo que me costó más trabajo fue sencillamente que no sabía ni qué externalizar, y por supuesto los consultantes menos. (me gusta más decirles pacientes y les explico siempre que me gusta la palabra por la paciencia que me tienen. Siempre se ríen y les doy confianza, pero bueno ese es mi estilo). Ahora te cuento que cuando fui a Australia, el primer taller que tomé fue con David Epston y al terminar el taller, mi comentario fue "ahora sí quedé más confundida pues no sé que voy a hacer con mis pacientes cuando regrese a México, ya no quiero hacer lo que hacía y no sé hacer lo que me enseñaste. David me dijo: "Diles que en Australia te enseñaron algo que quisieras aprender y quisieras pedirles que te ayudaran a practicar para aprender a hacerlo bien". ¿¿¿??? pero me animé y así lo hice, a veces todavía lo digo respecto a cosas nuevas que necesito practicar, y siempre hemos ido adelante. Se ríen cuando comento: "esta pregunta estuvo malísima, voy a hacerla de nuevo y ustedes ayúdenme para que se entienda mejor". Hace poco le dije a un señor, déjame hacerte la pregunta exacta que viene al caso, y saqué mi hojita de una pregunta de Maggie. Su respuesta fue: "esta muy mal hecha la pregunta" (¿¿¿???) Entonces ¿cuál pregunta sería la correcta en este momento? Se hizo bolas y acabó admitiendo que sí, la pregunta (la de Maggie) venía mucho al caso.
Bueno, y volviendo a la externalización, hoy pienso cuánto tiempo "desperdiciado" oyendo quejas y quejas generalmente del otro que hace sufrir a esa persona, y no saber ni cómo parar para poder usar la Narrativa en vez de solamente oír, pero para saber qué externalizar, me sirvió empezar a ver en mi vida lo que me estorbaba para estar feliz y lo empecé a externalizar y a seguir el mapa. Aquí te comento que hace 19 años que leí por primera vez la externalización no entendí nada, solamente me lo memoricé. Con el tiempo empecé a comprender. Hace unos días volví a leer el capítulo y ¡lo entendí! (ja ja). Otra cosa que me ha pasado es cuando muy al principio de la conversación según yo ya encontré lo que hay que externalizar, y al seguir platicando resulta que lo externalizado era el resultado de otra cosa que era realmente el problema a externalizar. Por ejemplo, cuando una persona me decía que "era depresiva" empezaba a trabajar con "la depresión" externalizándola y resultaba que la persona se había sentido "rechazada" desde la infancia. Ups!!! Pero no pasa nada, uno empieza a hablar de "el rechazo" y por ahí se sigue con "el rechazo" y "la depresión" que muy frecuentemente atacan en pareja. Creo que otra cosa que me fue difícil es cuando te contestan "no sé". Al principio ya no sabía por donde seguir y empezaba a decirles cómo, a darles consejos, etc., etc. Uff! ...Me ayudó el decir pues yo tampoco sé, pero a lo mejor entre l@s dos podemos encontrarle nombre... a mi se me ocurre____ ¿crees que es un buen nombre para el problema? y muy a menudo la persona propone el nombre. Otras veces sobretodo con niños, les cuento de otros niños y el nombre que les ha gustado, por ejemplo "pipiol" se aprovecha cuando el niño moja la cama estando dormido.
Resumiendo, siempre me brincan las palabras de Michael White: "Practice, practice & practice" siendo el requisito principal que esta forma de ver los problemas que atoran a los seres humanos y por supuesto empezando con nosotros mismos, les demos nombre y los veamos afuera. Espero que estos comentarios te sirvan para seguir.
 ¡¡¡ARRIBA Y ADELANTE!!! Besitos: Cuqui.

Al terminar el diplomado Verónica externalizaba mejor que yo; siempre trabajó con rigor y entusiasmo. Unos años después enfermó de cáncer y hablaba de él externalizándolo. Nos enseñó lo que es ser una guerrera narrativa hasta su muerte.

Solamente falta en esto que comparto, recomendar la bibliografía:
·      Leer y releer todo lo que escribió Michael White

¡¡¡ARRIBA Y ADELANTE!!!
sábado, 10 de febrero de 2018

Primeros auxilios psicológicos: aprovechando conocimientos existentes para prepararnos ante situaciones de crisis

Por María Eugenia Nadurille Álvarez
Todas las personas vivimos situaciones de crisis en uno o más momentos de nuestras vidas; son momentos que nos desorganizan, nos roban la tranquilidad e incluso nos pueden dar una sensación de catástrofe y total inseguridad. En muchas aproximaciones de la psicología se ha trabajado y estudiado el tema de las crisis y cómo lidiar con ellas de una mejor manera. Existen diferentes explicaciones, abordajes y categorizaciones de lo que comúnmente se conoce como “intervención en crisis”. Para mí, el término más útil y cercano ha sido el de “primeros auxilios psicológicos”, pues, al igual que en las emergencias médicas, hay pasos y herramientas que nos pueden servir en el momento inmediato de la crisis, para ayudar a bajar un poco el estrés, recuperar cierta estabilidad y atender las situaciones de emergencia con mayor claridad.
La intención de este escrito es, en primer lugar, aprovechar los saberes y conocimientos existentes que pueden ayudar a entender mejor cuáles son las respuestas más comunes ante una crisis y, en segundo lugar, retomar los lineamientos de los primeros auxilios psicológicos, que resultan muy útiles para acompañar a alguien que está viviendo una situación de crisis. En mi experiencia, tener estos elementos en mente, ya sea a la hora de vivir una crisis o a la hora de acompañar a alguien más, ha sido muy útil para anticipar y estar preparada ante el momento de sorpresa, lo que permite mantener un cierto grado de tranquilidad y una seguridad suficiente para buscar alternativas de acción.
Lo que aquí se propone, no intenta ser un manual de reglas estrictas, ni una descripción exhaustiva y única de cómo manejar una crisis, simplemente se busca brindar una recopilación de saberes que contribuyan en la construcción de un camino que por supuesto necesita ser flexible, pero que pueda dar un rumbo a partir de lo conocido por quienes lo han recorrido antes.

¿QUÉ NOS PASA CUANDO HAY CRISIS?
Se entiende por crisis a un momento de trastorno y desorganización emocional y mental que aparece a partir un suceso que lo desencadena y requiere de una respuesta de la persona o la comunidad que la vive.
Las características de una situación de crisis son:
   1.  Aparición repentina.
   2.  Imprevista.
   3.  Calidad de urgencia.
   4.  Impacto potencial sobre comunidades enteras
   5.  Peligro y oportunidad.
El más reciente ejemplo que tenemos ahora de una crisis es el pasado temblor del 19 de septiembre del 2017.
Cuando experimentamos un evento de esta magnitud, la sensación es que nuestro mundo cambia por completo y lo sentimos como extraño y amenazante. Esto puede hacer que cambie fuertemente la forma en que percibimos las cosas y a nosotrxs mismxs. Es bastante común que nuestros procesos de memoria y de pensamiento se alteren y no recordemos exactamente qué fue lo que hicimos en el momento de la crisis o cómo salimos de algún lugar.
Lo que nos ha funcionado cotidianamente para tomar decisiones o adaptarnos ante situaciones nuevas, puede que no nos funcione por ahora, al menos no de la misma forma. Con mucha frecuencia nos vivimos con una sensación de no reconocernos a nosotras/os mismas/os y dudamos de las respuestas o acciones que usualmente nos ayudan a mantener un equilibrio, por lo que nos llegamos sentir en total indefensión y desconfiamos de nuestros recursos.
Las pérdidas que tenemos en este tipo de eventos pueden ser materiales, de seres queridos o incluso pérdida de las situaciones cotidianas que nos daban seguridad -las rutas a nuestro trabajo, cambios en el paisaje urbano, cambios en las rutinas, etc-. Evidentemente, esto nos lleva a un gran estrés que originado por la sensación de vivir bajo amenaza constante; este estrés y esta sensación de amenaza, pueden manifestarse en reacciones fisiológicas, psicológicas y/ o de conducta.
Ante esto, el poder relatar de forma organizada nuestras vivencias, nos puede ayudar a reacomodarnos ante la nueva situación.
Las reacciones más comunes (aunque nos las únicas)  son: Temor de que se repita el evento, sueños o pesadillas, ansiedad, tensión muscular, aumento de la irritabilidad, miedo, desconfianza, negación, sensación de opresión en el tórax, amnesia, trastornos en la alimentación y/o en el sueño, culpa, confusión, tensión muscular, dificultades en la atención, fatiga, mareos, hostilidad, náuseas, malestar abdominal, rencor, dificultad para tomar decisiones, etc.

PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS
Los “Primeros Auxilios Psicológicos” son una serie de pasos pensados para auxiliar a las personas cuando son víctimas de una crisis para lograr su recuperación. El objetivo es que se pueda restablecer la capacidad para afrontar las situaciones de estrés y así reordenar y reorganizar su vida.
Se dividen en 5 Componentes:
1. Contacto:
El primer contacto requiere empatía y tratar de conectar con los sentimientos de la persona. Para esto es indispensable escuchar cómo ve la persona la situación y que se sienta escuchada, aceptada, entendida y apoyada.
2. Analizar las dimensiones del problema:
Es importante analizar y preguntar en tres tiempos:
-    Presente ¿cómo te sientes? ¿qué piensas? ¿qué puedes hacer?
-    Pasado Inmediato ¿qué sucedió?  ¿quién? ¿cuándo? ¿cómo? ¿dónde?
-    Futuro Inmediato: Indagar sobre eventuales riesgos y preparar soluciones inmediatas
3.Explorar posibles soluciones:
Cuando las personas se encuentran en una crisis, no les es posible pensar con calma y claridad y esto les impide muchas veces tomar las mejores decisiones respecto a las mejores acciones inmediatas a tomar. Es importante guiar a la persona en crisis para generar alternativas, esto no significa imponérselas, sino ayudarle a encontrar cuáles son las más viables según su situación particular. Parte de esta guía incluye también analizar los posibles obstáculos en cada plan de acción, para decidir las previsiones que hay que tomar para ejecutarlo. Este no es momento para tomar decisiones a largo plazo o que comprometan un curso de acción a futuro, únicamente se trata de encontrar cuales son los mejores siguientes posibles pasos.
4. Iniciar pasos concretos:
Para empezar a cumplir los planes de acción, hay que ayudar a la persona a ejecutar alguna acción concreta, iniciando con el primer mejor paso posible. No tiene que ser un paso grande, es importante buscar un primer paso concreto y tener claro hacia dónde va. Para estas primeras acciones será necesario facilitar o dirigir según las circunstancias. No se trata de resolverle todo el problema o de quedarse hasta que todo vuelva a la normalidad, porque a veces eso no está en nuestras manos, pero es importante acompañar en el primer paso, hasta donde sea posible.
Por ejemplo, si la primera acción es llamar a alguien de la familia, tal vez habrá que pedirle a la persona el número telefónico y llamarle nosotros para explicarle la situación y plantearle que se necesita su ayuda y en qué. O tal vez habrá que buscar el teléfono de alguna institución o instancia de ayuda (la policía, una ambulancia, el Instituto de las mujeres, el DIF, algún abogado, etc.) y hacer el primer contacto para canalizar a la persona.
5. Verificar el progreso:
Antes de canalizar a la persona hacia los siguientes pasos, hay que establecer un procedimiento que permita el seguimiento, puede ser buscarse cara a cara, pedirle o darle un número de teléfono, un correo electrónico, etc.
La intervención en crisis no tiene que extenderse más allá de ella, no se trata de “cargar” con las personas por tiempo indefinido. Es importante por un lado, medir las propias limitaciones y respetarlas (limitaciones de tiempo, de conocimientos, de involucramiento emocional, etc.), para esto se busca precisamente canalizar con instancias o personas que puedan continuar apoyando mejor. También es importante confiar en que la persona podrá acudir a sus propias sabidurías y capacidades una vez que la crisis empiece encontrar un camino de solución.
Dicho esto, sí es necesario brindarle a la persona un punto de contacto posterior, para verificar que el plan propuesto esté avanzando por buen camino. Esto le ayudara a la persona a tener confianza para seguir con los pasos siguientes sin sentirse a la deriva.

Que SÍ y que NO hacer en los primeros auxilios psicológicos

SI
-    Escuchar
-    Comunicar aceptación
-    Preguntas abiertas
-    Llevar a la persona a una mayor claridad
-    Evaluar riesgos, especialmente los de mortalidad
-    Establecer prioridades de lo inmediato y de lo importante
-    Alentar la lluvia de ideas
-    Establecer metas específicas de corto plazo
-    Ser directivo cuando sea necesario
-    Evaluar los posibles pasos de acción

NO
-    Contar tu propia historia
-    Juzgar, regañar, tomar partido
-    Depender de preguntas SI/NO
-    Minimizar  las señales de peligro
-    Dar consejos
-    Dejar obstáculos sin examinar
-    Permitir una mescolanza de necesidades
-    Intentar resolver todo ahora
-    Tomar decisiones que comprometan a largo plazo
-    Prometer cosas
ALGUNAS RECOMENDACIONES BÁSICAS
Queremos invitar a no patologizar ni psicologizar las reacciones de las personas. Por el contrario, hay que tener en cuenta que por lo general esta información pertenece al mundo médico, pero al hacerla pública buscamos apropiarnos de esos entendimientos para poder ver que hay una gran gama de respuestas con las que las personas reaccionamos ante eventos de estrés y que no hay respuestas buenas o malas, correctas o incorrectas, sanas o enfermas. Simplemente, estas respuestas son parte del repertorio cognitivo y emocional con el que actuamos cuando hay estímulos muy fuertes que sacuden nuestra sensación de normalidad y cuando la vida y la seguridad estuvieron en riesgo.
Es muy importante escuchar con empatía, es decir, dar una escucha nazca desde el respeto y el aprecio por el otro. A través de esto, se puede buscar establecer un vínculo de confianza importante, a través del cual la persona sienta genuinamente el acompañamiento. Este vínculo de confianza puede crearse cuando la persona siente que en la actitud de quien escucha hay respeto y un sentido de responsabilidad.
También es indispensable escuchar con curiosidad genuina, es decir, tratar de entender genuinamente qué es lo que la persona siente y necesita, tener curiosidad de saber cuál es su mirada y su vivencia particular, sin asumir que entendemos plenamente o que sabemos mejor que ella lo que necesita o lo que le sirve. Esto implica escuchar con la conciencia de que el otro es el experto de su vida. Nadie puede ser experto en la vida de alguien más.


BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA

Bellak, L. y Small, L. (1988) “Psicoterapia breve y e emergencia”. Editorial Pax
Slaikeu, K. (1994) “Intervención en Crisis. Manual para práctica e investigación”. Manual Moderno

White, M. (2004). “El trabajo con personas que sufren las consecuencias de trauma múltiple.” The International Journal of Narrative Therapy and Community Work, 1.

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