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jueves, 10 de febrero de 2011

Once principios de la Terapia Narrativa

Por Ma. Eugenia Nadurille 

“Vivimos en un mar de relatos y como el pez, que según el proverbio, será el último en descubrir el agua, tenemos nuestras propias dificultades para entender en qué consiste nadar entre relatos. No es que carezcamos de competencia para crear nuestras explicaciones narrativas de la realidad; ni mucho menos. Si algo somos, es demasiado expertos. Nuestro problema, más bien, es obtener conciencia de lo que hacemos tan fácilmente" Jerome Brune, The Culture of Education Once principios de la Terapia Narrativa que informan mi visión del mundo a través de las cuales se puede escoger vivir y trabajar. 

Pienso que estas ideas merecen ser usadas como una filosofía de la vida diaria, un sustento ético y una guía para relacionarnos con nuestra identidad, con los demás y con el mundo. Como todo trabajo, esto es solo un trabajo en proceso y se espera que crezca, se corrija y se transforme.
1. NOS CONSTRUIMOS POR HISTORIAS Las personas nos constituimos a través de historias, nos relacionamos a través de historias. Esta es la forma en la que cognitiva y socialmente funcionamos. Las utilizamos para dar forma y moldear nuestra visión de la realidad. Las historias no necesariamente tienen que ser largas ni verbales . Las que nos contamos acerca de nosotros mismos y los demás, están definidas por nuestras creencias, nuestras expectativas y por el contexto social y cultural. “Las historias que tenemos sobre nuestras vidas se crean mediante la vinculación de ciertos acontecimientos en una secuencia particular, a través de un período de tiempo, y acordes a una manera de explicar o dar sentido a ellos (…) Damos significado a nuestras experiencias constantemente a medida que vivimos nuestras vidas. Una narración es como un hilo que hilvana los acontecimientos entre sí, formando una historia”
 2. SOMOS SERES MULTI-HISTORIADOS. Vivir significa realizar un sinfín de eventos y acciones y nos es imposible registrarlos todos. Al pensar en una historia de nuestras vidas, escogemos solo algunos de estos sucesos dejando de lado a la gran mayoría. El criterio para seleccionar los acontecimientos y detalles es una trama que ya hemos designado con antelación y que usualmente corresponde a lo esperado por la cultura y lo sociedad. Esto quiere decir que en la infinidad de eventos existentes y no descritos en un relato, hay múltiples historias que no están siendo contadas y que solo esperan que descubramos la trama adecuada para poder existir. Las personas nos constituimos por mas de una historia, no existe la historia única. En todo este territorio de múltiples historias, siempre hay acciones, pensamientos y emociones que están relacionadas con nuestros valores, intenciones, esperanzas y sueños. Es muy posible que estos eventos permanezcan muchas veces invisibles, pues no hay una trama que les de significado para ser parte de una historia, pero esto no quiere decir que no estén presentes o no existan. Están ahí para ser vistos y crear nuevas y mejores historias. “En realidad, ya no podemos seguir hablando de un yo, sino mas bien de un sin número de “yoes” posibles, todos con posibilidad de aparecer si las condiciones contextuales lo permiten”.

3. EXTERNALIZAMOS Una persona no es sus problemas. Una persona no es “insegura”, es una persona con muchas características y que a veces (o con frecuencia) cae en inseguridades. Los problemas y las acciones que realizamos están separados de la identidad de las personas. Cada uno de nosotros tiene una serie de problemas con los que va lidiando a lo largo de su vida, pero estos están fuera de nosotros. Las personas nos relacionamos con nuestros defectos, desequilibrios, virtudes y fortalezas de diferentes maneras a lo largo de nuestras vidas. Los problemas a veces tendrán mas influencia o poder sobre nuestras decisiones o acciones, pero no somos nuestros problemas ni nuestras enfermedades, ni los que consideramos nuestros defectos. No soy diabético, sino que padezco diabetes, no soy un depresivo, soy una persona que atraviesa una depresión. Hacemos lo mismo con nuestras habilidades: No soy sensata o alegre, sino que busco tomar decisiones de forma sensata y escojo vivir con alegría.
4. A LAS HISTORIAS LAS DEFINE Y LAS MANTIENE LA CULTURA. SI QUEREMOS HISTORIAS DIFERENTES, TENEMOS QUE CUESTIONAR Y TRATAR DE PENSAR A CONTRA-CULTURA Acordes con el pensamiento post-estructuralista y posmoderno que informa la Terapia Narrativa, creemos que “Nuestros mundos no reflejan una realidad objetiva y permanente sino que son construidos contextualmente en el discurso social y comunitario” . Nuestros problemas, conflictos y la historia de estos problemas son resultado de nuestros tiempos, nuestra cultura, nuestra sociedad, los mandatos sociales, el poder moderno, la gente que nos rodea, la participación de la gente que nos quiere y la de la que no. “Nuestras ideas, problemas y cualidades son todas producto de la cultura y la historia. Se han creado a través del tiempo en contextos particulares” Si queremos crear historias diferentes para nuestras vidas, menos saturadas de problemas y engrosadas con historias preferidas, entonces hay que cuestionarnos y deconstruir como es que llegamos a pensar como pensamos y si en verdad esto está de acuerdo a nuestros propios valores y compromisos.
5. EL LENGUAJE NO ES INOCENTE Somos muy consientes de nuestro lenguaje pues estamos convencidos que el lenguaje da forma a nuestra realidad, sostiene ideologías, mantiene creencias, da significados y define identidades. Buscamos tener mucha conciencia de las palabras que utilizamos, el modo y momento en que las pronunciamos. El lenguaje genera, está generado y pertenece a ciertas formas de ver la vida y de estar en ella. Lo que la gente nos dice y la forma en la que utilizamos el lenguaje al relacionarnos, también determina nuestra vida. Es por esto que le damos mucha importancia al uso de nuestras palabras y la forma en la que construimos nuestras oraciones y discursos.
6. CADA QUIEN ES EL EXPERTO EN SU PROPIA VIDA Todas las personas sabemos qué es lo que nos hace bien y lo que no, lo que nos funciona y lo que no. Todos contamos con una sabiduría interior en el tema de nosotros mismos. A pesar de que todos nos constituimos socialmente de la misma manera, todos somos únicos y distintos y cada uno es experto en sus propios conocimientos y en sus habilidades. Cada quien conoce sus valores, sus intenciones, esperanzas y los jerarquiza de forma individual. El ser los protagonistas de las historias de nuestra vida y la diaria convivencia con nosotros mismos, nos eleva al rango de expertos en nosotros mismos. Esta idea suena como algo muy halagador y fácil de aceptar, sin embargo reconocemos que la sociedad tiene una serie de estándares, controles sociales, verdades absolutas y juicios normalizadores con los que todas las personas debemos encajar y con los que generalmente nos medimos, que eclipsan nuestro criterio personal. El resultado de vivirnos inadecuados bajo estos parámetros nos puede llevar a sentirnos constantemente juzgados por lo que buscamos tener siempre un enfoque desculpabilizador. También reconocemos que la “expertés” solo aplica para uno mismo y aunque cueste trabajo aceptarlo, no somos expertos en la vida, ni sabemos lo que es mejor para nadie más. Cada persona sabe lo que es mejor para ella y debemos aprender a escucharnos y a escuchar.
7. LA IDENTIDAD NO ES ALGO FIJO Y ESTA DADO EN RELACION A LOS DEMÁS. Reconocemos que el sentido de nosotros mismos no es una estructura fija y que no poseemos un “yo esencial” que determina nuestras acciones y comportamientos. Desde una postura posmoderna entendemos que nuestra identidad la estamos constantemente “escribiendo y re-escribiendo” y que ésta tiene que ver con el contexto en el que nos encontramos y las personas con las que nos relacionamos. La idea de que las personas que nos rodean nos ayudan a la definición presente de quienes somos, nos lleva a pensar que así como en algunos ámbitos no tenemos opción de decidir quienes serán las personas que contribuyen a nuestra identidad, en otros momentos sí podemos escoger a ciertas personas en particular y reconocer tanto lo que ellas contribuyen a nuestra vida, como lo que nosotros también les aportamos. Reconocemos que el sentido de nosotros mismos no es una estructura fija y que no poseemos un “yo esencial” que determina nuestras acciones y comportamientos. Desde una postura posmoderna entendemos que nuestra identidad la estamos constantemente “escribiendo y re-escribiendo” y que ésta tiene que ver con el contexto en el que nos encontramos y las personas con las que nos relacionamos. Somos conscientes de la importancia de los demás en el reescribirnos por lo que buscamos que las historias preferidas sean vistas, compartidas, atestiguadas, documentadas o participadas al exterior de diversas maneras.
8. CONCIENCIA Y RESPETO Damos valor, de manera especial, al respeto hacia todas las expresiones culturales, de vida y de pensamiento. Somos conscientes de las diferencias de poder en el mundo. Reconocemos y tomamos una postura respecto al hecho de que las condiciones de juego no son iguales para todos y no todos participamos en las mismas circunstancias. Aspiramos a entender cual es nuestra posición dentro de las estructuras sociales y queremos asumir una postura de conciencia y responsabilidad ante el rol cultural que nos toca desempeñar. En todas nuestras relaciones deseamos estar siempre alertas y atentos al respecto. Queremos ser participativos, tal vez directivos, pero siempre desde un lugar de respeto, sin juzgar ni culpar. Procuramos no colocarnos en el centro de las conversaciones y estar conscientes de no tratar de imponer nuestras verdades.
9. ESCOGEMOS UNA POSTURA DE CURIOSIDAD. Es particularmente significativo, dentro de la Terapia Narrativa, el principio de siempre querer mantener una postura de curiosidad y de siempre buscar hacer preguntas de las cuales genuinamente no conocemos las respuestas . La curiosidad puede provenir del tener en mente que las situaciones no “aparecen” o “simplemente son”, sino que vienen de algún lado y están relacionadas con otras personas. La curiosidad pide conocer las historias y los detalles de cualquier evento o problema. Al conversar, es muy importante que nos quitemos los prejuicios, las ideas preconcebidas y la noción de que nosotros sabemos lo que les pasa a otros. En nuestra cultura se estila preguntar lo que creemos saber, como una manera cortés de decir algo, en lugar de genuinamente tener curiosidad y querer averiguar lo que no sabemos. No es a este tipo de comentarios disfrazados de preguntas a los que se refiere la terapia narrativa. La genuina curiosidad surge al dejar de asumir y dar por verdadero, absoluto y único lo que nosotros creemos o lo que las normas sociales dicen. Nace cuando decidimos querer conocer más y descubrir con nuevos ojos todo lo que escuchamos, vemos y conocemos.
10. OPTAMOS POR MIRAR LO AUSENTE PERO IMPLICTO Cuando hablamos de oscuridad es solo porque sabemos qué es la luz. “No es posible hablar de cualquier cosa sin implicar lo que no lo es. Cada expresión de la vida es o está en relación a otra cosa” . Si pensamos que invariablemente hay más de una historia, entonces sabemos que dentro de cada expresión de la vida hay algo ausente pero implícito. Escogemos mirar lo que esta ausente, pero que sin embargo queda implícito, en lugar de ver unicamente las acciones, ideas o palabras negativas , que culpabilizan, duelen, juzgan o descalifican. Buscamos entender lo que se dice desde un lugar donde se escuchan las ideas implicitas acerca de lo que es importante y valorado por cada persona. Por ejemplo, si alguien se refiere a la frustración que le genera no poder ser una estudiante perfecta, podriamos pensar y preguntar si es posible que esa frustración hable de la importancia que los estudios tienen para esa persona en su vida o si tal vez la frustración este relacionada con el hecho de que ella cree que es importante vivir relajada y alegre sin buscar la perfección. Siempre hay algo ausente pero implicito y escogemos mirarlo.
11. LA INTENCIÓN SIEMPRE ES CAMBIAR HACIA UNA IDENTIDAD PREFERIDA Los cambios que buscamos para nuestras vidas son aquellos que nos llevan a habitar y a ser consientes de nuestra identidad preferida. En ella residen nuestras intenciones, anhelos, sueños y esperanzas. Si tenemos opción, los seres humanos queremos avanzar hacia donde nos llevan nuestras intenciones. Esto nos brinda oportunidades de vernos a nosotros mismos en una variedad de formas y puede ser importante saber que se puede escoger a cual definición de nosotros mismos le ponemos atención. Este viaje necesariamente se realiza en pequeños pasos cognitivos entre aquello que es conocido y familiar y avanzamos hacia lo que podemos llegar a conocer . En el camino vamos descubriendo las historias alternativas que ya están ahí pero que hasta ahora no han sido vistas y que son las que queremos escoger. Estás deben de ser sustentadas por otras miradas, por testigos de las nuevas historias y de la nueva identidad. La redacción de este conjunto de principios fue inspirado por el trabajo presentado por Jill Freedman “Living the Worldview: The experiences of One Group” Evanston Family Therapy Center, en el International Narrative Therapy Symposium, organizado por el Kenwood Centre (Minneapolis), Playa del Carmen, México, 18-20 Febrero 2009. El trabajo y las conversaciones del Grupo Terapia Narrativa Coyoacán han sido eje fundamental para la construcción y clarificación de estas ideas. El Diplomado de Practicas Narrativas y Trabajo Comunitario del Colectivo de Terapia Narrativa, fue el catalizador para que, la intención de generar un texto con ideas de las prácticas narrativas, pero que no hablara de cómo hacer terapia y que no fuera exclusivamente para terapeutas, sino para la vida de todos los días, se convirtiera en este primer texto.

BIBLIOGRAFÍA Campillo R. Martha. Terapia Narrativa. Auto-aprendizaje y co-aprendizaje grupal. Publicaciones Ollin, Jalapa Veracruz, México, 2009. Friedman Steven. El Nuevo Lenguaje del Cambio. La colaboración constructiva en psicoterapia. (con un prefacio de Kenneth J. Gergen) Gedisa Editorial, Barcelona, España, 2001. Russel Shona and Carey Maggie comp. Narrative Therapy. Responding to your questions. Dulwich Centre Publications, Adelaida, South Australia, 2004. White Michael. El Enfoque Narrativo en la Experiencia de los Terapeutas. Gedisa Editores, Barcelona, España, 2002. White Michael. Maps of narrative practice. W.W. Norton and Company, New York, Estados Unidos, 2007. White Michael. Narrative Practice and Exotic Lives: Resurrecting diversity in everyday life. Interviews. Dulwich Centre Publications, Adelaida, South Australia, 2004. White Michael. Reflections on Narrative Practice. Essays & Interviews. Dulwich Centre Publications, Adelaida, South Australia, 2000. Maxwell Richar y Dickman Robert Convencer a la gente contando historias. El nuevo arte de la persuasión. Ed. Planeta, México 2010. Zimmerman Jeffery.L y Dickerson Victoria.C If Problems Talked. Narrative. Therapy on Action. The Guilford Press, New York, Estados Unidos, 1996. Morgan, Alice. What is Narrative Therapy? An easy-to-read introduction, Dulwich Centre Publications, Adelaide Australia, 2000

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