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lunes, 29 de septiembre de 2014

Documento colectivo


Resultado de la experiencia vivida por los participantes del
“Taller de formación de Instructores/as para implementar intervenciones para la Prevención de la Violencia en el Noviazgo y de Prevención de la Violencia Sexual en el ámbito Comunitario con Adolescentes”.
Hermosillo Sonora, Agosto 2014.

Introducción
En el largo camino de vivencias como psicoterapeuta, en el que se está en contacto con todo tipo de emociones, he tenido la fortuna de conocer a gente con la que comparto ideales, esfuerzos y metas, siempre con el enfoque de aportar a la comunidad, desde lo que nuestro quehacer y especialidad permite, la semilla para que una buena intención se convierta en una acción que contribuya a que la sociedad en que habitamos sea un mejor lugar para vivir.
Éste es el caso de la experiencia vivida como instructor del “Taller de formación de Instructores/as para implementar intervenciones para la Prevención de la Violencia en el Noviazgo y de Prevención de la Violencia Sexual en el ámbito Comunitario con Adolescentes”, acontecido en la ciudad de Hermosillo, Sonora, en una jornada intensiva de tres días, durante la primera semana de septiembre de 2014, en esta ocasión invitado junto a Tere Díaz por parte de la Secretaría de Salud.
Llegar a esta ciudad del norte del país y poder compartir Las Practicas Narrativas y el tema de prevención de violencia con otr@s treinta facilitador@s de la Secretaría, tod@s con un alto sentido de la responsabilidad y compromiso por esta problemática social, nos ha llenado de satisfacción.
Realmente ha sido una grata sorpresa trabajar con ell@s. Creemos con toda seguridad que lo compartido en sesión va a rendir fruto, puesto que en todo momento demostraron un gran interés por aprender nuevas formas de llevar estos conocimientos a l@s adolescentes con los que trabajan.
Y así como los treinta facilitadores y facilitadoras participantes en el taller del estado de Sonora, más se han sumado y se seguirán sumando a este gran esfuerzo del Gobierno Federal, ya que el programa contempla sesiones en un total de dieciséis estados de la república, plan en el que me congratulo por participar como facilitador junto con Monique Zepeda y Tere Díaz, así como también con quienes además elaboraron el contenido del taller: Leticia Uribe y Maru Narudille.
Una de las razones que permitió que la experiencia haya sido por demás gratificante, es la gran disposición mostrada por los facilitadores, todos ellos muy preparados en temas de prevención de violencia y género, con gran responsabilidad y compromiso por las causas en pro de los adolescentes y los programas de la Secretaría, lo que contribuyó a que fuera muy enriquecedor trabajar con cada uno de ell@s.
Como una manera de dejar constancia de la experiencia vivida por los y las participantes del taller durante los tres días de sesiones, y teniendo especial cuidado de que todas las personas estuvieran representadas, reunimos en el documento colectivo que podrán leer a continuación, una síntesis de sus opiniones, conformada por la conjunción de las treinta voces.
Por último, sólo nos resta agradecer la confianza que la Secretaría de Salud y su grupo de facilitadores/as depositaron en nosotr@s. Estamos segur@s que el mensaje a través de ell@s se seguirá replicando a favor de una sociedad más digna, sin violencia y con actitudes proactivas.


RECONSTRUYENDO HISTORIAS PARA NARRAR UN FUTURO EQUITATIVO EN EL DESIERTO DE SONORA
Agosto 2014
Lo que mejor contribuyó a crear un ambiente de aprendizaje en este curso fue la manera de facilitar al grupo y el dominio de temas por parte delequipo de facilitación. Que los contenidos eran buenos y que el curso fue dinámico. Contribuyó también el carisma, la actitud, la sincronización, y la postura de l@s expositor@s así como el uso de ejercicios.
En nuestra vida cotidiana, las ideas y los nuevos conocimientos sobre perspectiva de género, la postura narrativa y la violencia en el ámbito comunitario y en el noviazgo, ampliaron nuestros conocimientos, nos permitieron identificar nuevas forma de trabajo y replantearnos ideas. También sirvieron para voltear a ver la forma en que nos relacionamos con los demás y cómo lo transmitimos. Nuevas herramientas desde la perspectiva de la narrativa, y más técnicas para aplicar en nuestro trabajo.
Las partes del curso que captaron nuestro interés, estimularon nuestra imaginación y contribuyeron a nuestra inspiración fueron las prácticas narrativas, y particularmente los ejercicios de externalización. También los modelajes y ver películas, así como ver nuestra propia historia de una manera diferente. 
Los retos con los que nos enfrentamos durante el proceso del curso fueron los temas nuevos, los ejemplos prácticos, el tiempo, las definiciones, y pasar a modelar cada una de las sesiones. También integrar la prácticas narrativas con los adolescentes, así como el trabajo con los y las colegas. Del mismo modo fue un reto el manejo del grupo, así como aterrizar lo teórico a lo práctico, así como ponernos el lente de la narrativa, lo cual fue un desafío.
Para responder a estos retos nos sirvieron l@s facilitador@s y la experiencias de l@s compañer@s. La retroalimentación, la información y el modelaje. Fue útil pensar diferente, ser más tolerantes y abiert@s. La disponibilidad y la accesibilidad de l@s exponentes, ejemplificar algunas sesiones, y nuestro interés por saber.
Las imágenes y metáforas que describen lo que adquirimos en este taller son: la de adolescente con muchos caminos, una balanza equilibrada con un hombre y una mujer; el color rosa y azul que no definen nuestra vida; los signos de hombre y mujer agarrados de la mano; la imagen de una compañera brincando en la parte más alta de la cancha para emparejarla; la bella y la bestia; personas quitándose etiquetas; la imagen de quitar a la mujer como objeto sexual de los comerciales; también los cuentos de princesas de Walt Disney.
Frases como “no digas amor cuando hay violencia”, “las tortillas son parte de mi cultura la violencia no”. El cuento del elefante encadenado.
Lo que nos pudimos llevar después de cada sesión para pensar y reflexionar un poco más fue cómo aplicar las practicas narrativas, lo aprendido en nuestros grupos y cómo aplicarlo. También la reflexión de los temas, la sensibilización, y que somos más que una sola historia. La inquietud de aprender más de las prácticas narrativas y muchas reflexiones a nivel personal y laboral.
Las diferencias que pueden hacer en nuestra vida son el mantener presente lo que escuchamos y aprendimos durante el curso, consiste en estar más alertas, y con más atención a los conceptos que se manejaron. Afrontar la vida sabiendo que soy más que una historia. Seguir responsabilizándonos de nuestros actos. También reto, tolerancia, no juzgar, promover la cultura de la paz, ser consciente, ver con los filtros de la perspectiva de género, la narrativa y la violencia sexual comunitaria.
Nuestras esperanzas al finalizar este curso son el tener más herramientas para poder trabajar, identificar conceptos que se desarrollan de manera concreta y así lograr más posibilidades de cambio. Luchar por una sociedad equitativa creando cambios positivos en las nuevas generaciones logrando que los adolescentes puedan empezar a deconstruir las historias de violencia. Lograr también una prevención efectiva. Deconstruir las realidades de relaciones inequitativas y construir relaciones armoniosas, así como la facilidad para detectar actos violentos en los adolescentes.
Nos gustaría decirle a alguien que está por empezar este curso lo siguiente: que se siga capacitando más sobre prácticas narrativas y lo aplique también a otras problemáticas además de la violencia de género en el noviazgo y en la comunidad. Que necesita apertura y humildad, que tendrá grandes aprendizajes y herramientas muy útiles. Que lo experimente ya que da conocimiento. Que se concentre y pregunte cualquier duda surgida.
Por último:  Vivir el curso poniendo nuestra historia personal en duda.
Gracias.



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